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Lavaplatos de Acero Inox
Una Belleza atemporal
El Acero inoxidable es una de nuestras señas de identidad. Elegante, duradero y funcional, este material es una apuesta segura que encaja en todo tipo de ambientes de cocina.
Para mantener el acero inoxidable en buen estado, conviene limpiarlo a diario con agua y jabón o un detergente neutro, usando para la superficie una esponja suave o un paño de microfibra. No usar estropajos de lana de acero abrasivos ni detergentes en polvo.
Enjuaga y seca siempre bien el lavaplatos después de cada uso, especialmente en áreas de agua dura. Al limpiar y secar, asegúrate siempre de moverte en la dirección del acabado satinado.
Si aparecen manchas de cal, se pueden limpiar con una solución simple de 1/4 de vinagre blanco con 3/4 de agua caliente, siguiendo los pasos anteriores.
También recomendamos utilizar detergentes específicamente diseñados para el cuidado del acero inoxidable. Lee siempre las instrucciones de uso y sigue la dosis indicada en la etiqueta.
Franke ha desarrollado su gama de productos de limpieza Kitchen Care para proteger tus productos y mantenerlos como el primer día.
Resistente a la corrosión
En contacto con el oxígeno en el aire, el acero inoxidable crea una capa de protección en la superficie, garantizando mayor durabilidad.
Resistente al calor
El acero solo se funde a una temperatura de 1450°C y resiste perfectamente a choques importantes de temperatura.
Higiénico y de fácil limpieza
La superficie, totalmente sin poros le hace un material muy fácil de limpiar, evitando la proliferación bacteriana y de virus.
Reciclable
El acero inoxidable puede ser fundido y reutilizable.
