Resistente a la corrosión: En contacto con el oxígeno en el aire, el acero inoxidable crea una capa de protección en la superficie, garantizando mayor durabilidad.
Higiénico y de fácil limpieza: La superficie, totalmente sin poros le hace un material muy fácil de limpiar, evitando la proliferación bacteriana y de virus.
Resistente al calor: El acero solo se funde a una temperatura de 1450oC y resiste perfectamente a choques importantes de temperatura.
Reciclable: El acero inoxidable puede ser fundido y reutilizable.